jueves, 20 de noviembre de 2014

Este loco sueño

Y cuando comienzo a pensar que todo es un loco sueño, que no existís, que no sos real, que es mi mente enferma que te ha creado para no enloquecer más de lo que ya estoy, que el dolor hizo que aparecieras para no morir de dolor, en ese loco instante aparecés, te hacés tangible y estás ahí, esperándome, con esa sonrisa que hace que mi vida se trastorne; con el infaltable ramo de rosas rojas que nunca olvidás y sos vos y mi boca no puede despegarse de la tuya, podría besarte infinitamente sin necesidad de respirar porque a tu lado no necesito darme cuenta que estoy vida.

Un nuevo viaje, otra vez estar en tus brazos, perderme en esa profunda mirada, volver a darme cuenta que por 30 días el tiempo se detendrá, que me despertaré con una flor en mi almohada y olor a cafe, a tostadas, a desayuno en la cama, cosquillas y reír hasta que me duela la panza, caminar sin rumbo tomados de la mano, lo más cursi de todo, pero también algo realmente hermoso.

Aún recuerdo cómo nos conocimos, aquel primer día que fuimos a tomar un café, te acordás? hace 7 años, ese día que creí que el mundo se venía abajo, que se abriría el suelo y me tragaría, nunca me di cuenta cómo lo supiste, cómo pudiste adivinar que no dejaría pasar otro sube y me animaría a cruzar la línea amarilla que separa la vida de la muerte, que aquella mañana estaba decidida a que el reloj se detuviera eternamente y en ese precioso instante sonó el teléfono y eras vos para invitarme a almorzar. Vos me rescataste, te das cuenta de lo que eso significa?

Muchas noches vuelve a mi mente ese horrible y maravilloso día, comenzó en un almuerzo y seguimos charlando una semana seguida, y en medio de todo aquello me animé a besarte. Por primera vez tomé coraje para hacer lo que sentía, pero en realidad la culpable fue tu boca que me pedía que me acercara, tus ojos gritaban que necesitaban mis besos y así lo hice, te besé como si fuera la última vez, como si mi alma necesitara de tu energía para continuar. Y me perdí en aquella boca como suele ocurrir cada vez que te tengo cerca.

No te importó nada, yo que estaba acostumbrada a los prejuicios a los que fui sometida durante tanto tiempo, ir con orgullo de tu mano y que me presentes a todos como lo que soy, tu novia, qué raro suena eso hoy, que ya no sé ni lo que soy, pero que mi vida sin vos no sería lo mismo.

Te amo!